La verdad sobre la iglesia protestante alemana dentro del Tercer Reich
¿Por qué algunos nazis querían crear una nueva religión?
Los nazis no solo dirigieron su violencia contra minorías como gitanos, judíos, comunistas u homosexuales, sino también contra las iglesias.
En un país donde casi el 100% de la población era cristiana —unos 20 millones de católicos y 40 millones de protestantes—, el choque entre un movimiento totalitario y la Iglesia Protestante era inevitable. Pero, ¿hasta dónde puede torcerse una tradición religiosa sin perder su esencia?
En el Tercer Reich la religión se convirtió en un campo de tensiones: entre la Iglesia protestante y el nazismo, el Vaticano y Hitler, y los delirios paganos de Himmler, decidido a inventar una nueva religión alemana.
Cada uno de estos caminos revela un mismo dilema: ¿puede una ideología totalitaria domesticar siglos de tradición religiosa y convertirla en instrumento de poder político?
Y esta pregunta cobra peso cuando pensamos en cómo el nazismo intentó entrar en la vida espiritual de millones de alemanes.
La doble cara de Hitler frente al cristianismo
Adolf Hitler fue criado en un hogar católico, pero nunca mostró devoción sincera.
En marzo de 1933, ya como canciller, aseguraba que los derechos de las iglesias no serían restringidos, ni alteraría su relación con el Estado. Estas palabras tranquilizaban a millones de creyentes, aunque en realidad, los veía como enemigos políticos a los que había que dejar impotentes.
Tal duplicidad no era nueva, estaba prevista desde los orígenes del movimiento y quedó plasmada en la Plataforma del Partido Nazi de 1920, cuyo Punto 24 declaraba:
“Exigimos la libertad de todos los credos religiosos en el Estado, en tanto que no pongan en peligro su existencia ni entren en conflicto con las creencias morales de la raza germánica. El Partido se atiene al punto de vista de un cristianismo positivo sin atarse confesionalmente a ningún credo en particular. Combate el espíritu materialista judío a nivel nacional e internacional y está convencido de que la recuperación permanente de nuestro pueblo solo podrá lograrse desde las bases del bien común antepuesto al bien individual”.
La cláusula parecía garantizar la libertad de culto, pero en realidad habilitaba a otras interpretaciones de la fe, moldeada al servicio del Reich.
A continuación compartiré información valiosa sobre:
¿Por qué el Vaticano fue una de las primeras instituciones en firmar un acuerdo con Hitler en 1933?
¿Cómo logró el nazismo dividir a 40 millones de protestantes alemanes y enfrentarlos entre sí?
¿Sabías que Himmler prohibió a los miembros de las SS ser cristianos activos y promovió rituales paganos con culto al sol?
¿Por qué solo 700 pastores de miles se atrevieron a desafiar públicamente al régimen nazi?
¿Qué fue el Movimiento de la Fe Alemana y por qué intentó sustituir la cruz por el sol en las ceremonias religiosas?
¿Sabías que una encíclica papal fue distribuida en secreto y leída simultáneamente en todas las iglesias católicas alemanas como acto de resistencia?
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